La transmisión de par del eje de transmisión se utiliza para varias funciones esenciales en un vehículo:
Propulsión de las ruedas: el objetivo principal de la transmisión de par a través del eje de transmisión es impulsar las ruedas del vehículo. Cuando el motor genera potencia y par, es necesario transferirlo a las ruedas para mover el vehículo hacia adelante o hacia atrás. El eje de transmisión juega un papel central en este proceso al transmitir el par del motor a las ruedas.
Aceleración y desaceleración: Transmisión de par a través del
Eje de accionamiento permite que el vehículo acelere desde parado y desacelere al frenar. Cuando el conductor presiona el pedal del acelerador, el motor genera par, que se transmite a través del eje motriz a las ruedas, iniciando la aceleración. Por el contrario, cuando se aplican los frenos, el eje de transmisión ayuda a transferir la fuerza de desaceleración a las ruedas.
Mantenimiento de la velocidad: durante la conducción en estado estable, el eje de transmisión garantiza que las ruedas reciban un suministro constante de torsión para mantener la velocidad del vehículo. Esta función es fundamental para circular por carretera y mantener una velocidad constante.
Control de tracción: en vehículos con sistemas de tracción total (AWD) o tracción en las cuatro ruedas (4WD), se utilizan múltiples ejes de transmisión para transmitir torque a todas las ruedas. Esto proporciona tracción y estabilidad mejoradas, especialmente en condiciones adversas de la carretera como nieve, barro o terreno irregular. Los ejes de transmisión distribuyen el par a las ruedas con mayor tracción, mejorando la capacidad del vehículo para avanzar.
Control de dirección: en algunos diseños de vehículos, particularmente aquellos con sistemas de dirección en las ruedas traseras o en las cuatro ruedas, el eje de transmisión puede desempeñar un papel en la transmisión del torque a las ruedas involucradas en la dirección. Esto contribuye a un mejor manejo y maniobrabilidad.
Control dinámico del vehículo: en los automóviles deportivos y de alto rendimiento, la distribución del par a través del eje de transmisión se puede controlar activamente para mejorar el manejo y la estabilidad en las curvas. Esto se ve a menudo en sistemas como la vectorización del par, donde la potencia se envía selectivamente a ruedas específicas para optimizar la trayectoria del vehículo en las curvas.
En resumen, la transmisión de par del eje motriz es esencial para transferir potencia del motor a las ruedas, permitiendo que el vehículo se mueva, acelere, desacelere y mantenga la velocidad. Además, desempeña un papel en el control de tracción, la dirección y los sistemas de control dinámico del vehículo, lo que contribuye al rendimiento general y la capacidad de conducción del vehículo.